La CREEX ha expresado su preocupación al constatar que faltan trabajadores para cubrir determinados puestos, como se está evidenciando en las campañas agrícolas en marcha, cuando, según los datos de paro registrado dados a conocer el pasado miércoles, en Extremadura hay 93.843 personas desempleadas.
“Creo que debemos analizar con perspectiva y rigor, sin prejuicios, por qué se da esta situación, que no tiene lógica alguna, y qué es lo que desincentiva a estas personas sin empleo para que renuncien a aceptar un trabajo, temporal, cierto es, pero un trabajo que les permitiría mejorar su situación”, ha señalado el secretario general de la CREEX, Javier Peinado.
Desde la CREEX se ha manifestado que nadie cuestiona los sistemas de protección social para las personas sin empleo, en forma de subsidios, ayudas o rentas básicas, “ya que la sociedad está obligada a prestar apoyo a quienes peor lo están pasando”, pero ha añadido que estos sistemas no pueden actuar como ‘inhibidores’ en el mercado laboral, ya que el sistema de ayudas debe tener vocación de temporalidad, para salvar una situación puntual, y no convertirse en un medio de vida.
Según la organización más representativa del empresariado extremeño, también es necesario respetar la libertad individual a la hora de aceptar o no un empleo.
Sin embargo, Peinado ha indicado que no se debe perder de vista el hecho de que el sistema de protección social consume recursos públicos, dinero de todos, y por tanto hay que ser muy exigentes en su uso. Por ello, hizo un llamamiento “a reflexionar y averiguar qué factores actúan para que se den estas situaciones, cuáles son los elementos que disuaden de aceptar un empleo, y tomar las medidas necesarias para que el uso de los recursos públicos sea más eficiente, evitando que, en el caso que ahora nos ocupa, la fruta se pudra en los árboles, las centrales hortofrutícolas cierren, se reduzcan los inputs a la industria agroalimentaria y los trabajadores de estas plantas se queden sin empleo”.