En un contexto de cambios globales y de incertidumbres económicas y sociales, es imprescindible fortalecer los vínculos y la colaboración entre empresas, así como entre éstas y otras entidades públicas y privadas.
De este modo se pueden afrontar mejor las circunstancias difíciles por las que atraviesa la economía y sentar las bases de un modelo de desarrollo que estimule la actividad económica y fortalezca la cohesión social.