"No hay que temer a la revolución tecnológica, sino adaptarse y aprovechar todas sus oportunidades"

diciembre 9, 2019
FEC
Son palabras del Secretario General de la Creex, Francisco Javier Peinado durante la sesión del I Ágora Internacional que ha tenido lugar hoy en la sede de la Confederación

La implantación de la Industria 4.0 y la digitalización de los procesos productivos van a eliminar, están eliminando ya, muchos puestos de trabajo, sobre todo aquellos cuya función es realizar tareas automatizadas y repetitivas. Sin embargo, esto no debe provocar el temor a quedarse sin empleo, porque “quien sepa adaptarse, reconvertirse a las nuevas necesidades laborales y profesionales, no solo no va a tener problemas de empleo, sino que a buen seguro su situación laboral mejorará”, ha asegurado Javier Peinado, secretario general de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) durante la sesión del I Ágora Internacional celebrada hoy en la sede de la CREEX.

Peinado, que ha participado en una mesa de debate titulada ‘Digitalización e Industria 4.0’, acompañado por Ana María Vega, directora general de Empresa de la Consejería de Economía, Ciencia y Agenda Digital, y Remigio Carrasco, coordinador de desarrollo de negocio de AENOR, ha planteado varias cuestiones para reforzar la idea de que los cambios tecnológicos en el trabajo y la actividad productiva no deben ser temidos, sino aprovechados. “¿Qué pensáis que fue más disruptivo, lo que ocurrió con la Revolución Industrial cuando decenas de miles de personas se trasladaron del campo a la ciudad para trabajar en las cadenas de montaje o un cambio como el actual, donde se necesitará menos presentismo en el puesto de trabajo?”

Al hilo de esto último, el secretario general de la CREEX ha comentado que este menor presentismo acarreará más tiempo de ocio, y por tanto una demanda nueva que cubrir, “lo que abre nuevos campos profesionales, una industria turística y de ocio más especializada, que por ello debe sumarse también al proceso de digitalización”.

El dirigente empresarial ha añadido como ejemplos que en este momento apenas sobrevive el 1% de los perfiles profesionales que existían hace un siglo, “¿por qué entonces nos vamos a asustar de que el 70% de los empleos del futuro aún no existan? ¿Qué adaptación, por poner un ejemplo, creéis que será más difícil, la de ir en vehículos autónomos que casi no tendremos que conducir o la de pasar de la carreta tirada por bestias al automóvil?”

Javier Peinado ha continuado su intervención asegurando que “se habla de que en 2020, es decir, mañana mismo, se van a generar en Europa 900.000 empleos relacionados con la digitalización, ¿por qué tener miedo a que otros desaparezcan?”. A juicio de secretario general de la organización representativa del empresariado extremeño, la clave está en aprovechar este nuevo entorno. “Regiones como la nuestra, que quedaron fuera de las tres revoluciones industriales anteriores, tienen una oportunidad que debemos aprovechar. Es nuestro momento para subirnos a la cuarta revolución, la de la Industria 4.0 y la digitalización”, y ha añadido: “para eso necesitamos infraestructuras adecuadas, empresarios que sepan interpretar el futuro y estén en la vanguardia de la tendencia y personas formadas para cubrir las demandas laborales, porque nuestro éxito dependerá de nuestra capacidad de adaptación”.

INTELIGENCIA COLECTIVA

Según ha asegurado el secretario general de CREEX, la propia Red Ágora es una muestra de lo que ya está aquí. “A partir del viernes, cuando se clausure este encuentro presencial, tenemos 361 días para profundizar en el resto que supone que las empresas extremeñas deben conectar, no solo con otras empresas de la región, del país o del mundo, sino también establecer

feedbacks con la universidad, la investigación, el mundo del conocimiento, los profesionales, cualquier personas con inquietudes, porque la red nodal que estamos creando tiene un enorme potencial, y la inteligencia colectiva es lo que hará progresar a la empresa y a la sociedad, no la acción individual”.

Peinado ha concluido señalando que las estructuras piramidales y jerarquizadas que primaban en las empresas hace años “donde uno daba órdenes y el resto las ejecutaba” ha concluido y está siendo sustituida por una estructura más horizontal, colaborativa y conectada. “La empresa ha cambiado, tiene que estar cambiando, porque la que no lo haga tiene poco recorrido. Quien no apueste por la innovación y la investigación, por estar al día de los cambios que cada vez se producen con mayor velocidad, quedará fuera del mercado”.

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